Uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos en las escuelas es el eliminar de los patios la constante segregación por sexos de los juegos y, con más frecuencia de la que pensamos, la conquista de las zonas de juego por parte de los niños en detrimento del esparcimiento de las niñas… ¿no es este un ejemplo más de violencia sutil hacia las mujeres?
En Pinolivo hemos decidido comenzar a trabajar entorno a los espacios de juego exteriores elaborando un ambicioso proyecto que pasa por cambiar los espacios y la manera en que se relacionan niños y niñas con el entorno y entre sí.
El primero de los pasos que hemos dado es el de comprar material de psicomotricidad para dotar nuestros tiempos de esparcimiento y educación psicomotriz de atractivos elementos que gusten por igual a niños y niñas, gracias a la ayuda del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Además pensamos que este primer paso, junto con el trabajo posterior y la presencia de personas adultas feministas y coeducadoras nos hará alcanzar, poco a poco, el objetivo que pretendemos: un espacio exterior 100% coeducativo.